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“No creo que alguna vez llegue a estar al 100% cómoda con un vestido sobre el escenario”
“Soy una persona ruidosa,” dice Hayley Williams de 21 años, la chica del cabello en llamas de Paramore, la líder del grupo, cuya adrenalina vocal ha hecho que el pop punk del grupo sea algo más que un simple fenómeno juveníl. El álbum sacado en 2009 del grupo, Brand New Eyes, debutó #2 en la lista Billboard, dando al mundo el tipo de rock que te hace subir el volumen y maldecir a los perdedores que alguna vez te han fallado. Williams encontró la inspiración en problemas relacionados con el grupo: En medio de su tour Europeo con entradas agotadas en 2008, el grupo canceló varias fechas. Williams, la cual salía con el guitarrista de Paramore, Josh Farro (rompieron antes del tour), dice que ella y los chicos necesitaban algo de tiempo. “Me sentía un talto sobreprotegida,” admite. “Pero ahora puedo cuidar de mi misma.” Además, la tennessiana, quien creció adorando a Brody Dalle de Distillers y prefiriendo un conjunto de Jeans y Nikes, nunca ha sido una chica precisamente vanidosa. “[En el escenario], mi día a día consta de una camiseta y un buen par de pantalones que no te dejen ver el culo mientras muevo la cabeza”.
“Soy una persona ruidosa,” dice Hayley Williams de 21 años, la chica del cabello en llamas de Paramore, la líder del grupo, cuya adrenalina vocal ha hecho que el pop punk del grupo sea algo más que un simple fenómeno juveníl. El álbum sacado en 2009 del grupo, Brand New Eyes, debutó #2 en la lista Billboard, dando al mundo el tipo de rock que te hace subir el volumen y maldecir a los perdedores que alguna vez te han fallado. Williams encontró la inspiración en problemas relacionados con el grupo: En medio de su tour Europeo con entradas agotadas en 2008, el grupo canceló varias fechas. Williams, la cual salía con el guitarrista de Paramore, Josh Farro (rompieron antes del tour), dice que ella y los chicos necesitaban algo de tiempo. “Me sentía un talto sobreprotegida,” admite. “Pero ahora puedo cuidar de mi misma.” Además, la tennessiana, quien creció adorando a Brody Dalle de Distillers y prefiriendo un conjunto de Jeans y Nikes, nunca ha sido una chica precisamente vanidosa. “[En el escenario], mi día a día consta de una camiseta y un buen par de pantalones que no te dejen ver el culo mientras muevo la cabeza”.
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